La Universidad de las Artes participó en el Conversatorio Nacional para el Fortalecimiento del Arte y la Cultura en el Sistema Educativo Ecuatoriano que se realizó el pasado viernes 9 de marzo de 2018, en el Campus Centro de la institución. Al encuentro asistieron Álvaro Sáenz, Viceministro de Educación, Gabriel Cisneros, Subsecretario de Emprendimiento, Artes e Innovación, del Ministerio de Cultura y Patrimonio, María Brown, representante de UNESCO, en Quito, Ramiro Noriega, Rector de la UArtes, entre otros invitados académicos y un significativo grupo de participantes integrado por artistas, gestores culturales y educadores de artes.
Entre los temas que abordaron los diferentes panelistas se diálogo sobre lo que significa dejar de ser universidades del siglo XX: cerradas a la comunidad, homogéneas, patriarcales, que sirvieron como escala social, alejadas de la naturaleza, entre otras problemáticas, y constituirse como universidades del nuevo siglo. “Para salir del siglo XX y entrar en el XXI tenemos –como universidad– que instalarnos en una lógica constituyente, lejos de lo constituido, sustentar la duda; inspirarse en el Sumak Kawsay, el Buen Vivir, y así reivindicar, a través del Estado plurinacional, al ser humano por encima del capital; además, reclamar las libertades”, destacó Ramiro Noriega, Rector de la UArtes, en el marco de su participación denominada “La Universidad, las Artes y el siglo XXI”.
Esto tiene que tener sentido, no podemos simplemente parchar lo convencional, acotó el Viceministro de Educación, Álvaro Sáenz, “el término arte y lo convencional –pérdida del sentido original– es casi una contradicción”.
La educación en artes es un derecho
En este marco de conversaciones y diálogos se abordó la necesidad de que la educación en artes sea un derecho, accesible para niños, jóvenes y adultos. “Las artes han sido secuestradas por un sistema de conocimientos que no da cuenta de nuestras necesidades ni de nuestras inquietudes. Las Universidades no pueden funcionar de la misma manera: como espacios estancados, clubes exclusivos, instituciones superiores. El sistema de educación tiene que abrirse a la sociedad, no tiene que enseñarle nada, tiene que permear la sociedad. Construyamos en colectivo”, reivindicó Noriega.
En esa medida, el Rector destacó que en la UArtes el 70% de los estudiantes provienen de los dos percentiles más vulnerables de la sociedad en términos socioeconómicos. La mayoría de ellos son la primera generación de sus familias en acceder al campo de la educación superior. Lo que pone en evidencia las políticas inclusivas y prioridad de la UArtes en materia de acceso a la educación superior en artes.
María Brown, representante de UNESCO en Quito, destacó lo importante que resulta pensar en la educación en artes, desde sus distintas ofertas y modalidades, y lo trascendental de introducir elementos para que esta sea pertinente, de calidad y que le permita pensar al estudiante que con su quehacer artístico puede contribuir al desarrollo económico y social de su país.
Los trabajadores de la cultura no éramos reconocidos como tales por la institucionalidad del país, dijo el Subsecretario del Ministerio de Cultura y Patrimonio, Gabriel Cisneros, éramos un hobby, no teníamos derecho a llevar el pan a nuestra casa con la producción poética, musical o escénica, y aun no tenemos todos esos derechos, pero estamos trabajando, y la Universidad de las Artes es ya un gran logro.
En el Conversatorio participó también Leydi Higidio con la conferencia denominada “Pensar la educación artística en clave de emprendimientos culturales e industrias culturales”. El encuentro culminó con la reflexión y aportes de los asistentes sobre el tema de arte y cultura en el sistema educativo a través de 4 mesas de trabajo: currículo de Arte en el Bachillerato General Unificado; currículo del Bachillerato Técnico Artístico; currículo del Bachillerato Complementario Artístico; y la utilización de los espacios públicos para el arte y la cultura.