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En el MZ14 se presentó “El temblor de los huertos”, el nuevo poemario de Maritza Cino, docente emérita UArtes

Con casa llena de docentes, colegas, alumnos, exalumnos, críticos, familiares y amantes de la literatura se realizó el pasado jueves 6 de octubre, exactamente a las 18:40, la segunda presentación del libro de poesía El temblor de los huertos, de la poeta Maritza Cino Alvear, docente emérita de la Escuela de Literatura de la Universidad de las Artes.

Desarrollado en la Plaza Pública del Centro de Producción e Innovación MZ14, en el acto intervino el doctor William Herrera, rector de la UArtes. Los comentarios de la obra los realizaron la poeta guayaquileña Sonia Manzano y Cecilia Velasco, escritora y docente de nuestra institución de educación superior. En el piano, el músico y docente de la Escuela de Artes Sonoras, Omar Domínguez. Con ellos la secretaria académica María José Bustos.

Manzano inició comentando acerca de “la hablante lírica de El temblor de los huertos, que al igual que un fantasma recoge amapolas en un puerto encantado, recoge las páginas de este poemario oloroso a albahaca y perejil, pero también aromado con el estigma de la soledad perfecta”. Destacó la distancia entre el estilo “de sobriedad sintética” que caracterizó la poética previa de Maritza Cino, con su más reciente obra que “provee de una fluidez discursiva” y poniendo al tema de la familia como el mayor manifiesto, sobre todo, la figura materna como “el miembro más lejano y, a la vez, el más íntimamente cercano a ella”. En la obra de Cino, remarcó, se halla, además, la infancia y la adolescencia, citando pasajes de bloques como Interiores, entre ellos el poema Estadíos y Captura, y de Exteriores, Puentes y Umbrales.

Finalizó Manzano refiriéndose a El temblor de los huertos como el “el libro mayor” de la poesía de Cino, describiéndolo como uno que se ubica “en un sitial cimero de la patria de la poesía, que no tiene fronteras, que no tiene géneros”.

Al diálogo por el lanzamiento del poemario se unió Alejandro Russo, fundador del sello Ediciones del Camino, quien en un video pregrabado desde Argentina expuso haber sido “un honor publicar a Maritza Cino” y agradeció a Manzano y Velasco por su presencia, así como a los demás asistentes.

Omar Domínguez interpretó pasillos ecuatorianos en dos momentos de la noche, recibiendo el agradecimiento personal de Maritzo Cino, quien, contó, había escuchado su música con anterioridad y deseaba que estuviera presente en el evento.

Cecilia Velasco compartió su lectura de El temblor de los huertos, el cual “anuncia el estremecimiento en el espacio natural y doméstico. El huerto, los huertos, pasaje de tránsito entre la flora silvestre y el hogar, no es un jardín, sino un espacio más modesto y, en cierto modo, una unidad productiva”. La también autora resaltó el tema de la infancia, explicándola como un “viaje espacio atemporal”, cuyo final es “la ausencia”. Se refirió al discurso dialéctico en el trabajo de Cino, estructuras métricas y figuras literarias presentes, como las paradojas y paralelismos, y reflexiones hechas por la autora sobre la escritura y la lectura. Citó varios de los poemas presentes en la obra, entre ellos los pertenecientes al bloque Tramas, encaminándose al final de su intervención con el último poema de Umbrales.

Maritza Cino, expresó Velasco, “que ya le conocemos, medusa navegante ansiosa, quiere usar los últimos tentáculos del sol para enfrentar la velocidad frenética del viento”.

En el cierre de la presentación de su obra, Cino, quien agradeció a los presentes, reveló que publicaba después de 6 años “y eso hace el milagro de que estén aquí. Si publicara más a menudo probablemente no los vería [risas]. Sería un poco aburrido”. Agradeció a Sonia Manzano, a quien describe como “maestra madre de la poesía”, con quien comparte recuerdos de sus inicios en el mundo de la poesía y quien ha vuelto a presentar una obra suya después de 30 años. De igual manera agradeció a Cecilia Velasco, su colega y amiga personal, con quien también comparte vivencias.

La autora prosiguió entonces a leer varios de sus poemas, entre ellos de las secciones Tramas e Interiores, de esta última los poemas Movimientos e iluminaciones, para, finalmente, hacerle una petición especial a Manzano, quien intervino en el piano.

Texto: Daniella Vera S., estudiante de la Escuela de Literatura

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